La Doctora había mostrado al mundo la transformación del niño en el ambiente preparado, en las llamadas Casas del Niño y sus ideas se habían extendido a España.
Fue entonces cuando decidió estudiar la espiritualidad del niño y aplicar la base de su método, como católica devota, en un nuevo aspecto de desarrollo del niño: la vida religiosa.
“La primera Casa del Niño en la Iglesia” se preparó en el santuario de Nuestra Señora de Montserrat.
“La primera Casa del Niño en la Iglesia” se preparó en el santuario de Nuestra Señora de Montserrat.